PONGAMOS QUE HABLO… DE MADRID
Cuenta una leyenda, olvidada en el tiempo, que Oeno Brianor, hijo de Tiberis, llegó a la península ibérica guiado por Apolo, el cual le señaló el lugar en el que debía fundar una ciudad consagrada a la Diosa Metragirta, también llamada Cibeles, diosa de la tierra e hija de Saturno. No es mal comienzo para que los madrileños soñemos con haber sido elegidos por los dioses.
El Valle del Manzanares acogió a las primeras tribus del Paleolítico, hace más de doscientos mil años, en un lugar rico en agua, caza y pesca. Parece que nuestros antepasados no eran tontos y ya supieron ver la bondad del lugar.
El Neolítico, la Edad de Bronce, la Edad de Hierro… vieron pasar los siglos desde el Valle del Manzanares, hasta la llegada de los romanos que se establecieron en diferentes zonas de lo que hoy es Madrid… Casa de Campo, Villaverde, Carabanchel. Al final, los romanos no estaban locos, sabían elegir lo mejor. Mantua Carpetana, dicen que la llamaban.
Suevos, Vándalos, Alanos, Visigodos y llegaron los árabes, Muhammad I hijo de Abderramán II, valoró su historia, su riqueza y su importancia estratégica. Pronto la fortificación inicial dio paso a una muralla, que podemos ver hoy día en diversos enclaves, y a un castillo inspirador de versos…
Madrid, castillo famoso
que al rey moro alivia el miedo,
arde en fiestas en su coso,
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo…
(Nicolás Fernández de Moratín)
Del Matrice anterior, pasamos a Mayrit, un nombre compuesto por el término árabe «Mayra» (madre, matriz) y el sufijo ibero románico «it», equivalente a «lugar».
Aunque en el 972 Ramiro II ocupa la villa, es solo una ocupación temporal. Tras diferentes campañas militares, es en el año 1132 cuando el rey Alfonso VII expulsa definitivamente a los últimos musulmanes de la provincia de Madrid.
Es entonces cuando el nombre de Matrit prevalece sobre los demás, el nombre latino y visigodo, del que se pasó al actual Madrid, aunque el gentilicio «matritense» denote muy claramente el origen del nombre de la capital de España.
En 1202, el rey Alfonso VIII concede a la Villa su primer Fuero Municipal.
En 1309 se celebran, por primera vez, Cortes en Madrid.
En 1383, el rey Juan I da Madrid como «señorío» a León V de Armenia.
En el año 1477 se establece, de forma permanente, un corregidor en Madrid.
En 1561, el rey Felipe II traslada la Corte a la Villa de Madrid.
Se van los Austrias, llegan los Borbones, llega Carlos III… al que se le conoció como «el mejor alcalde de Madrid».
Y llega el 2 de Mayo de 1808, el pueblo de Madrid se alza contra los franceses, el pueblo de Madrid es la chispa que prende la mecha de la lucha de la libertad contra el opresor. Luchamos y vencemos.
El 8 de junio de 1873 se proclama, en Madrid, la 1ª República que se mantuvo hasta el 29 de diciembre de 1874.
El 14 de abril de 1931 se proclama la II República en la Puerta del Sol, meses después de fija la capitalidad en Madrid.
El 17 de julio de 1936 da comienzo la Guerra Civil que asolo España hasta el 1 de abril de 1939. Una guerra fratricida que nunca debió ocurrir.
Comienza la dictadura franquista que duro hasta el 20 de Noviembre de 1975, fecha en la que fallece Francisco Franco. Dos días más tarde, Juan Carlos I es proclamado Rey de España.
El 27 de diciembre de 1978 el rey de España, Juan Carlos I, firma en Madrid la Constitución Española.
El 3 de abril de 1979 se celebran las primeras elecciones municipales democráticas, que ganará la UCD. Primera victoria del Centro español, que debe marcar el objetivo de cualquier fuerza política que se considere heredera de los valores centristas.
D. Enrique Tierno Galván se convierte en el primer alcalde democrático de Madrid. Socialistas, Centristas, Populares y otros…han tenido el honor de presidir el Ayuntamiento de Madrid.
Y de todo ello…Madrid, muy noble y leal villa, crisol de culturas, mosaico de razas, cuna del mestizaje, madre de grandes artistas, gentes de ciencia, de la cultura, de la empresa, del deporte, personajes ilustres que han dejado su huella en la historia antigua y en la moderna, abierta, acogedora, curiosa, ávida de cultura, siempre dispuesta a abrazar a aquel que viene como amigo, innovadora, emprendedora, soñadora, bohemia, audaz… ha sido fiel testigo, notario impasible, manteniendo los designios de Apolo, como luz que marca el camino de los hombres y mujeres de bien.
Grandes ciudades como Móstoles (cuna del alzamiento contra los franceses invasores), Alcobendas, Coslada y San Fernando, Alcalá de Henares (grande entre las grandes, faro de la cultura española desde hace siglos), Aranjuez (de gran abolengo), Fuenlabrada, Leganés, Getafe ( referente de la aviación en España), entre otras, configuran el Gran Cinturón… el anillo cultural, industrial, empresarial y sobre todo humano que rodea a la capital, dándole el formidable empuje que ha llevado a la Comunidad de Madrid a lo más alto. Y no olvidemos el mundo rural de la CAM, sus numerosos pueblos (imposible mencionar a todos sin riesgo de olvido), su historia, su gran patrimonio artístico, sus costumbres, sus productos de primera calidad, sus denominaciones de origen, su riqueza cultural, sus paisajes, su gastronomía…
Mas toda historia tiene su lado oscuro y Madrid, como el resto de España, ha sufrido una gran crisis económica la cual ha pasado por diferentes estadios, con una grave repercusión en todos los sectores que componen su tejido empresarial e industrial, situación que ha dado lugar a un aumento notable de desempleo y a una drástica reducción de poder adquisitivo de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.
A pesar de ello, la Comunidad de Madrid sigue siendo puntera en diversos aspectos de la economía española, tal y como se ve en el gráfico adjunto…
No solo la economía está en el punto de mira, sufrimos una crisis social en la que los valores asentados en nuestra sociedad son cuestionados, causando desorientación y falta de referencias en amplios sectores de la población, con casos de corrupción en la gestión de los recursos públicos que genera tensiones y desconfianza. Una gestión que no ha priorizado lo suficiente en atender las necesidades de las personas y las familias; en reducir las tasas de pobreza, marginación o exclusión; en aumentar las posibilidades de inserción laboral de los grupos de mayor precariedad o mayor precariedad o exclusión laboral.
La cultura del enriquecimiento rápido, la especulación, el «vale todo»… triunfa en nuestros días, quizá por los mezquinos planes de educación que llevamos sufriendo desde hace décadas con diferentes gobiernos, quizá por la corrupción instalada en amplios sectores de nuestros gobernantes nacionales y autónomos, quizá por la pérdida de los valores que nos enseñaron nuestros padres… respeto, trabajo, honestidad, lealtad, esfuerzo, solidaridad… que parecen no estar de moda e incluso son objeto de burla y menosprecio, quizá por la desilusión de gran parte de la población para con la mediocridad y la corrupción de muchos de nuestros políticos. Debemos recuperar los valores que siempre nos han acompañado, premiar los méritos frente al enchufismo, los conocimientos frente a la adulación, el trabajo bien hecho frente a la mediocridad consentida.
Solo así lograremos recupera lo que siempre ha sido nuestro, el ir con la cabeza bien alta, el poder presumir de honradez y esfuerzo, el no tener que mendigar unas migajas a los que, sin tener ningún mérito, ostentan el poder político y por ende, dirigen el destino de España.
Pero no debemos caer en el grave error de pensar que solo en la política está la clave de nuestros males o de nuestras soluciones. Un Madrid que no este dispuesto a trabajar unido, a luchar por una mejor distribución de la riqueza, a tener la mejor política social para sus ciudadanos, a luchar por una enseñanza de calidad… Un Madrid que no apueste por una economía fuerte, una economía moderna, una economía basada en el famoso I+D+I, no lograra jamás mantener su estatus posicional en todos los ámbitos que configuran la sociedad española, ni hacerse un hueco en la Europa del futuro.
Y no solo la política y la economía son objeto de nuestro análisis… Contigo Madrid. hace frente a los diferentes problemas que suscitan el máximo interés de madrileños y españoles, si nos acompañas en la lectura y desarrollo de esta ponencia, podrás compartir con nosotros ideas, planteamientos, soluciones…